Esta receta de la abuela, es una de tantas formas que existen, para conseguir que nuestras alitas de pollo, sepan aún, mucho más sabrosas, pero estamos seguros de que en cuanto la pruebes, repetirás siempre que puedas.
INGREDIENTES
- 1 kg de alitas de pollo
- 5 dientes de ajo
- Perejil fresco
- Pimienta negra molida
- 1 cucharada de orégano
- El zumo de medio limón
- Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN
Las alitas, las partimos con un cuchillo, justo por la coyuntura del hueso, sal pimentamos al gusto, ponemos en un bol y reservamos.
En la picadora, ponemos los dientes de ajo y el perejil para conseguir un picado fino, aunque este paso también podemos hacerlo a mano.
Repartimos toda la mezcla sobre nuestras alitas.
Agregamos el orégano.
Rociamos con el limón y unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Mezclamos todo muy bien, para que las alitas se impregnen de forma homogénea.
Dejamos macerar así, al menos por una hora. Cuanto más tiempo, más sabor extra obtendremos.
Una vez que las alitas hayan tomado el aliño, podemos freír en abundante aceite caliente, o bien hacer al horno.
De las dos formas, quedan deliciosas.