Descubre la mejor crema de espinacas casera receta fácil, saludable y deliciosa, lista en pocos pasos para disfrutar.

CREMA DE ESPINACAS CASERA RECETA DELICIOSA

Descubre cómo preparar una exquisita crema de espinacas casera receta ideal para cualquier ocasión, perfecta tanto como entrante en un menú especial como para una cena ligera y saludable.

Esta crema de espinacas casera receta combina el sabor suave de las espinacas con una textura cremosa que encantará a toda la familia.

Sigue nuestro paso a paso para conseguir un plato nutritivo, fácil de hacer y que podrás personalizar con tus ingredientes favoritos, como nata, picatostes o queso rallado.

Ideal para quienes buscan disfrutar de recetas equilibradas y deliciosas sin complicaciones.

INGREDIENTES

  • 500 g de espinacas frescas o 300 g de espinacas congeladas
  • 1 patata mediana
  • 1 cebolla mediana
  • 1 diente de ajo
  • 750 ml de caldo de verduras (o agua con una pastilla de caldo)
  • 100 ml de nata para cocinar (opcional)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Nuez moscada al gusto (opcional)
  • Picatostes, queso rallado o semillas para decorar (opcional)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE CREMA DE ESPINACAS CASERA

Lava las espinacas frescas (si usas congeladas, no hace falta descongelarlas).

Pela la patata y córtala en trozos pequeños.

Pela y pica la cebolla y el ajo.

En una cazuela, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla a fuego medio hasta que esté transparente (unos 5 minutos).

Añade el ajo picado y sofríe un minuto más.

Agrega las espinacas poco a poco (si usas frescas) y remueve hasta que reduzcan su tamaño.

Incorpora la patata troceada y remueve bien.

Vierte el caldo caliente hasta cubrir las verduras y cocina todo a fuego medio durante 15-20 minutos, o hasta que la patata esté tierna.

Retira del fuego y deja enfriar un poco.

Tritura la mezcla con una batidora de mano o un procesador de alimentos hasta obtener una textura suave.

Si deseas, añade la nata y mezcla bien para una crema más suave y cremosa.

Prueba y añade sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto.

Sirve caliente en platos hondos o boles.

Decora con picatostes, queso rallado o unas semillas para darle un toque extra.

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