Si buscas una alternativa casera y deliciosa a la leche condensada comercial, esta receta de leche condensada casera es ideal para ti.
Prepararla en casa es muy sencillo y te permitirá disfrutar de una versión más natural y sin conservantes.
Con solo unos pocos ingredientes como azúcar, leche y agua, puedes obtener una leche condensada espesa y dulce, perfecta para usar en postres, bebidas y otras recetas.
Además, esta receta de leche condensada casera te permitirá controlar la cantidad de azúcar según tus preferencias, haciendo que tu dulce sea aún más personalizado. Anímate a probarla y sorprende a todos con tus creaciones.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 200 g de azúcar (1 taza aproximadamente)
- 125 ml de agua (½ taza)
- 400 ml de leche entera (1¾ tazas aproximadamente)
- 1 pizca de bicarbonato de sodio (opcional, para evitar que se cristalice)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE LECHE CONDENSADA CASERA
En una cacerola a fuego medio, mezcla el azúcar con el agua.
Remueve hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Lleva a ebullición y cocina durante 2-3 minutos, hasta que obtengas un jarabe ligero. No dejes que espese mucho.
Reduce el fuego al mínimo y añade la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos.
Si lo deseas, añade la pizca de bicarbonato de sodio en este momento para evitar que la mezcla se cristalice.
Cocina a fuego bajo, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue o queme.
Continúa hasta que la mezcla reduzca su volumen y adquiera una consistencia espesa y cremosa, similar a la leche condensada comercial. Esto puede tardar entre 20 y 30 minutos.
Retira del fuego y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
La mezcla espesará más al enfriarse.
Vierte la leche condensada en un frasco de vidrio limpio y hermético.
Guarda en el frigorífico hasta por 1 semana.
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