Descubre el truco del vinagre para hacer patatas fritas crujientes y sabrosas en esta receta fácil y rápida.

EL TRUCO DEL VINAGRE PARA PATATAS FRITAS CRUJIENTES

El truco del vinagre para patatas fritas es un método simple pero efectivo para conseguir unas patatas fritas crujientes por fuera y suaves por dentro.

Al sumergir las patatas en agua con vinagre antes de freírlas, el almidón se libera de manera controlada, lo que ayuda a obtener ese toque crujiente que todos buscamos.

Este truco no solo mejora la textura, sino que también potencia el sabor de las patatas, dándoles un toque único.

Si buscas una receta fácil para hacer patatas fritas perfectas, el truco del vinagre para patatas fritas es sin duda una excelente opción para conseguir un resultado delicioso y crujiente.

INGREDIENTES DE LA RECETA

  • Patatas (cantidad al gusto)
  • Vinagre blanco (unas 2-3 cucharadas por cada litro de agua)
  • Sal al gusto
  • Aceite para freír (preferentemente de girasol o de oliva suave)

PREPARACIÓN DE LAS PATATAS FRITAS CRUJIENTES

Pela las patatas y córtalas en tiras del tamaño que prefieras para las fritas (finas o gruesas según tu gusto).

Coloca las patatas cortadas en un bol grande con agua fría. Añade 2-3 cucharadas de vinagre blanco por cada litro de agua. Deja las patatas en el agua con vinagre durante al menos 30 minutos.

Esto ayudará a que las patatas suelten parte del almidón y favorezca el crujido al freír.

Pasado el tiempo de remojo, escurre bien las patatas y sécalas con un paño limpio o papel absorbente.

Este paso es crucial para evitar que el aceite salte y para que las patatas se frían de manera uniforme.

Calienta el aceite en una freidora o sartén a unos 180-190 ºC. Si tienes un termómetro, asegúrate de que la temperatura es constante para evitar que las patatas se cocinen de manera desigual.

 Fría las patatas en tandas pequeñas durante 3-4 minutos, hasta que estén blandas pero no doradas. Saca las patatas y ponlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Eleva la temperatura del aceite a 190-200 ºC y fríe las patatas de nuevo durante 2-3 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.

Mientras las patatas aún están calientes, añade sal al gusto. 

 

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