Costilla a la miel y mostaza jugosa al horno

La costilla a la miel y mostaza se ha convertido en una de las recetas más virales del momento, y no es casualidad. En primer lugar, su éxito radica en que combina dos sabores irresistibles que, unidos a una cocción lenta y envuelta en aluminio, garantizan una textura tierna que se despega sola del hueso. Además, las personas la están compartiendo sin parar porque, aunque parece una receta digna de restaurante, cualquiera puede prepararla en casa sin complicarse demasiado.

Por otro lado, esta preparación se ha vuelto tendencia porque resulta ideal tanto para reuniones familiares como para celebraciones entre amigos, donde siempre causa sensación al llegar a la mesa. Incluso muchos cocineros caseros destacan que, además de ser muy económica, ofrece un resultado espectacular con ingredientes que suelen estar ya en la despensa. Asimismo, la mezcla de miel y mostaza, cada vez más popular en redes sociales, aporta un toque caramelizado que enamora a quienes buscan platos sabrosos pero equilibrados.

Asimismo, esta receta ha logrado posicionarse entre las favoritas porque encaja en cualquier estación del año: en invierno reconforta gracias a su aroma, mientras que en verano es perfecta para comidas informales acompañadas de ensaladas frescas. Por si fuera poco, el truco viral de envolver la costilla en aluminio asegura que no se queme la miel y que la carne quede extremadamente jugosa sin requerir técnicas complicadas. Finalmente, si a todo esto le sumamos que su presentación es vistosa y su sabor completamente adictivo, no sorprende que la costilla a la miel y mostaza sea hoy una receta estrella en todas las plataformas culinarias.

Costilla a la miel y mostaza jugosa al horno

Costilla a la miel y mostaza al horno, jugosa, tierna y envuelta en aluminio para un resultado irresistible.

Ingredientes de la receta

1 rack de costilla de cerdo (aprox. 1–1,5 kg)
3 cucharadas de miel
2 cucharadas de mostaza suave o Dijon
1 cucharada de mostaza antigua (opcional)
2 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
Sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de pimentón dulce
Papel de aluminio grueso

Tiempo de preparación

Preparación: 10 minutos
Cocción: 2 horas
Total: 2 horas y 10 minutos

Preparación paso a paso de la costilla a la miel y mostaza

Para comenzar, mezcla en un bol la miel, la mostaza, el aceite, el ajo, el pimentón, la sal y la pimienta. Esta marinada será la clave para que la costilla a la miel y mostaza quede increíblemente jugosa.

A continuación, unta bien la costilla por todos sus lados, asegurándote de que la salsa penetre en cada hueco para potenciar el sabor.

Después, envuelve las tiras enteras de costilla en papel de aluminio, cerrando herméticamente para que los jugos queden atrapados y así la carne se cocine lentamente.

Seguidamente, coloca el paquete sobre una bandeja de horno y hornéalo a 160 °C durante aproximadamente 2 horas.

Luego, abre el papel con cuidado y, si deseas un acabado más caramelizado, sube la temperatura a 200 °C durante 10 minutos más, permitiendo que la miel burbujee y la superficie dore ligeramente.

Finalmente, deja reposar la costilla unos minutos antes de cortarla para que mantenga toda su jugosidad.

Consejos para que la costilla a la miel y mostaza quede perfecta

Utiliza papel de aluminio grueso para evitar que se rompa y escape el jugo.

Marina la costilla al menos 1 hora para intensificar el sabor.

No subas la temperatura al inicio, porque la miel podría quemarse fácilmente.

Deja reposar la carne antes de cortar para conservar la ternura.

Variantes de la receta

Versión picante: añade una cucharadita de sriracha o guindilla.

Versión ahumada: incorpora una pizca de humo líquido o pimentón ahumado.

A la barbacoa: sustituye parte de la miel por salsa BBQ para un toque americano.

Con qué acompañar la costilla a la miel y mostaza

Puedes servirla con patatas asadas, puré cremoso, arroz aromático, verduras al horno o una ensalada fresca de contrastes cítricos y por su puesto con patatas fritas caseras.

Cómo conservar la costilla a la miel y mostaza

Una vez fría, guárdala en un recipiente hermético en la nevera durante 3 días. Para recalentar, hazlo lentamente en horno suave para que no se reseque.

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