TARTA CREMOSA DE GALLETA

La tarta cremosa de galleta es un postre delicioso y fácil de preparar que combina la suavidad de la crema pastelera con la textura crujiente de las galletas.

Este postre no requiere horno, lo que lo hace perfecto para quienes buscan una receta rápida y sencilla.

La tarta cremosa de galleta se monta en capas alternadas, comenzando con una base de galletas mojadas en leche, seguida de una crema pastelera espesa y suave.

Con cada capa, el contraste entre las galletas y la crema se intensifica, creando una textura que es simplemente irresistible. Ideal para cualquier ocasión, desde una merienda en familia hasta una celebración especial, este postre es un verdadero éxito.

INGREDIENTES DE LA RECETA

Para la crema pastelera:

• 500 ml de leche
• 4 yemas de huevo
• 100 g de azúcar
• 40 g de maicena
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 50 g de mantequilla (opcional, para dar más cremosidad)

Para la base y la cubierta:

• Galletas rectangulares (tipo María hojaldrada o similar)
• Leche para mojar las galletas (puedes aromatizarla con un poco de vainilla, café o licor, según el gusto)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE TARTA CREMOSA DE GALLETAS

Calienta la leche con la esencia de vainilla en un cazo, reservando un poco de leche fría para diluir la maicena.

En un bol, mezcla las yemas con el azúcar y la maicena diluida en la leche fría.

Cuando la leche esté caliente, pero sin hervir, vierte poco a poco sobre la mezcla de las yemas, batiendo constantemente para evitar que cuajen.

Devuelve todo al cazo y cocina a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que espese. Cuando esté lista, puedes añadir la mantequilla para darle un extra de suavidad.

Deja enfriar con un film transparente tocando la superficie para que no se forme costra.

Moja ligeramente las galletas en leche aromatizada y cubre la base de un molde rectangular o cuadrado con una capa de galletas.

Extiende una capa uniforme de crema pastelera encima.

Repite el proceso alternando capas de galletas y crema hasta terminar, dejando una capa de galletas en la parte superior.

Lleva la tarta al frigorífico durante al menos 4 horas, o mejor de un día para otro, para que las galletas se hidraten y la tarta tome consistencia.

Antes de servir, puedes decorarla con azúcar glas, cacao en polvo, o incluso una capa de chocolate fundido.